Editorial
Energía renovable: su rol en el desarrollo sustentable
La crisis energética que se avizora en el mundo a raíz del aumento del consumo, la disminución de las reservas de gas y petróleo sumado al difícil acceso a las principales reservas ubicadas en zonas con conflictos políticos nacionales e internacionales, el aumento de los precios, y el calentamiento global, provoca que hoy el sector energético mundial se plantee nuevos retos y perspectivas en el corto plazo.
Ante esta realidad, para asegurar el suministro de energía, los países buscan diversificar sus matrices energéticas, desarrollan programas de uso eficiente y conservación de la energía, y promueven la disminución de gases de efecto invernadero a través de proyectos del MDL, entre algunos de los aspectos más destacables.
Como parte de la diversificación de la matriz energética, la incorporación de las energías renovables es un tema de especial interés, por su carácter de ser inagotables, con procesos que implican bajos niveles de impacto ambiental, y como alternativa de sustitución al uso de fuentes fósiles con la consecuente disminución de la dependencia de estas últimas.
La utilización de energías renovables ha tenido eco en los países de Latinoamérica, muchos de los cuales están impulsando la inclusión de este tipo de generación, como es el caso del Gobierno de Chile que promulgará una Ley sobre Energías Renovables No Convencionales – ERNC, país con importante dependencia del gas de Argentina, y cuyos principales grupos generadores tienen actualmente en cartera varios proyectos de energía renovable.
Ecuador y Colombia, países donde la demanda de energía ha crecido notoriamente, tienen previsto firmar un acuerdo con el objetivo de impulsar el desarrollo de energías renovables y biocombustibles.
En el caso de Brasil, país donde el 44 % de la oferta interna de energía es generada a partir de fuentes renovables (en países desarrollados apenas llega al 6%), el Gobierno creó en el año 2002 el “Programa de Incentivo ás Fontes Alternativas de Energia Elétrica – PROINFA”, con el objetivo de diversificar la matriz energética nacional, garantizar una mayor confiabilidad y seguridad del suministro a través de la contratación de energía producida por fuentes eólicas, biomasa y pequeñas centrales hidro.
Paralelamente, los organismos de financiamiento internacionales incentivan las inversiones en este tipo de energías, tal como el Banco Interamericano de Desarrollo – BID, a través del “Fondo de Energía Sostenible y Cambio Climático” lanzado recientemente para impulsar el crecimiento de inversiones en energía renovable, la eficiencia energética y el desarrollo de biocombustibles, entre otros objetivos.
La CIER se suma a este interés generalizado desde los diversos sectores (públicos y privados, nacionales e internacionales), en el impulso y promoción del uso de fuentes renovables, generando espacios de discusión en estos temas en los distintos aspectos que involucra (social, económico, tecnológico, regulatorio, medioambiental), y difundiendo las experiencias de los países más avanzados en el tema. En particular, una importante instancia para ello será el próximo Congreso CIER de la Energía en noviembre próximo que tiene como tema central el abastecimiento energético regional.
Ing. Plinio Fonseca
Director Ejecutivo de la CIER
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